Desde hace algunos meses he estado
enganchada a una teleserie nocturna de la televisión de mi país. Una comedia
romántica que ha atrapado a hombres y mujeres, aunque su nombre y los tonos
pasteles que la introducen pueda haber querido prender sólo a chicas. Pero no,
fíjense que en los comentarios de Twitter se pueden leer tantos machos como féminas
calificando a uno tras otro personaje; comentando las escenas, aconsejando,
insultando y en el acto extrapolando la propia vida cotidiana representada por distinguidos
actores.
Soltera Otra vez acaba de terminar
hace pocos minutos; y la sintonía sobre 44 pts., según expertos en Twitter), nos
deja la siguiente interrogante; ¿Podrá la segunda parte, ya prometida, superar
la vara que ha dejado esta teleserie? La Venganza de los Pasteles se espera
para el 2013, pero antes de dar vuelta la hoja, quizá sea menester preguntarnos
qué tiene esta serie que ha producido tanto interés.
Vamos a ver. Enumeraremos algunas
ideas, sólo algunas, para ir develando esta interrogante.
1.
Entretenimiento.
Se trató de una serie livianita; de esas que una
espera ver por las noches para olvidarse de la “pega” y de las dificultades
cotidianas. Cuestión que se agradece. Además tuvo una banda sonora atractiva; interpretada sobretodo
por dos musas de la canción chilena: La guapa Nicole (Denisse Laval), con su
pasión y onda de siempre, que interpretó el single principal "Hoy" ; y una más jovial, pero también talentosa, Francisca
Valenzuela, con su onda femenina y desafiante, cuestión que la ha llevado a
incorporarse tan rápidamente en el abanico musical chileno. La Rué Morgue
también estuvo presente, con su éxito “Sigues dando vuelta”, de fines de los
noventa (y que doy gracias de que la hayan revivido); entre varios otros clásicos
en inglés, que fueron despertando bellas emociones.
Se trató de una comedia romántica, cuya
protagonista, Cristina Moreno (Paz Bascuñán), interpretaba a una ingenua treintañera
que, tras ocho años de pololeo, ve su relación romperse drásticamente al
encontrar a su novio con una joven rubia, en la cama. Desde entonces, ésta se
incorpora al mercado de las mujeres solteras, que desesperan por encontrar a su
media naranja, lo que acá han llamado “bombón”. Mas Cristina, tropezaba con
puros “pasteles” en su camino; aunque, el que parecía más pastel de todos,
logra, al fin, endulzar su vida, y reconfortar su corazón.
2.
“Sobran pasteles, faltan bombones”.
Rosado, mucho rosado y tonos pasteles, en general,
en medio de un albo departamento; con fotos de flores sobre el tapiz a rayas
que adornaba un costado de la sala de estar de Cristina, pero que hacía juego con
el rojo del sofá y de los sobrios neones del cuadro citadino del otro costado,
decoraban el set principal. Mas debemos recordar algo, los “pasteles” no estaban
referido a aquellos femeninos colores (aunque sí, también), sino –como ya hemos
dicho- a los santos varones que se mandaban cagada tras cagada, merecedores de
tan peculiar apodo chileno, tan recurrentemente usado por el sexo opuesto. Acá
claramente definió a los hombres que, pasado los treinta ya no quieren mayor
compromiso, sea porque han tenido suficiente o porque las mañas acumuladas en
tanto tiempo solos, no le promueven compartir la vida con nadie (con toda la carga
semántica del verbo compartir); pero por otro lado, también describió a las
minas que no se cansan en hacer malas elecciones (como lo demostró su
protagonista; aunque también su otrora nueva mejor amiga de carrete; soltera, claro
está). Pues, aunque sí, es verdad, son escasos los minos que se la juegan,
también es cierto que muuuuchas mujeres, cuando se encuentran con uno de ellos,
se arrancan como si estuvieran ante el Espeluznante hombre de las nieves. Conozco
a bastantes así, y en verdad describo a la mayoría de mis amigas (aunque en
algún momento yo misma pasé por ello). Y bueno… la misma Cristina Morena
reconoce mi hipótesis, cuando, al entrevistar en el café de siempre a una
decena de “pasteles”, y se encuentra con un mino jugado, le pone el letrero de
“Pastel, demasiado normal”, rechazándolo en el acto… ¿Se acuerdan? En fin…
sigamos... No le fue fácil encontrar a su pastel bombón.
3.
Tipos de relaciones amorosas.
Lo otro que se me ocurre destacar, es que hemos
podido ver en el desarrollo de Soltera, una serie de alusiones a mujeres y
hombres, de los dosmil, que representan cierta dependencia hacia el compromiso.
Sí, y digo mujeres y “hombres”, queriendo remarcar que en ésta, aunque se pueda
evidenciar cierto machismo encubierto, al fin de cuentas quedó de manifiesto
cierta dependencia que los “machos” también tienen de nosotras. Pues sí, mucho
café con pierna, póker en la pieza oscura con mucho humo opacando el
ambiente, etc., etc., mas si pudiera hacer alguien el conteo de lagrimones que
se mandaron los representantes de cada sexo, por segundo, estoy segura
que les damos mil patadas en… ahí mismo, a los hombres. Si al fin y al cabo,
los Aliros, Monitos, Alvaritos, Turkitos, Pelaitos, y cuanto minito salía en la
teleserie, demostraron que su vida giraba principalmente en torno a las chicas;
y que su vida, sin ellas, prácticamente, no es nada.
Ahora bien, hay que dejar claro que este grupillo de
amigotes (de mujeres y hombres), representó sólo un tipo de relación de género
de las muchas que se pueden experimentar en la vida real; y lo digo porque me
siento orgullosa de tener amigas y amigos que no andan en la vida buscando a la
media naranja; que son felices con su soltería y con dedicarse cien por ciento
a su autorrealización personal, compartiendo la vida en otras formas de comunidad
(la amistad, por ejemplo); como hay otras y otros, y me siento también muy
orgullosa de decirlo, que si lo necesitan, estas búsquedas no se ven
representadas en relaciones heterosexuales, como se ha exhibido en pantalla,
sino homosexuales; lo que simboliza, por cierto, a un buen número de nuestra
sociedad.
En fin, de amor, de relaciones, da para mucho; y por
eso hay que tener claro que la idea sostenida en Soltera fue más bien
monotemática.
4.
Espacios comunes que nos hacen enganchar.
Tengo un amigo que cada vez que me ve jugando en el
Ipad y le digo que el juego es bacán, me dice que no lo duda, pues está todo fríamente
calculado para hacerme enganchar; que le ponen un poquito de dificultad al
principio, pero al fin me dejan ir ganando todas las etapas para sentirme superpoderosa,
y luego acceder a la próxima actualización del juego. Yo siempre le rebato y le
comento que la cuestión es difícil, que soy YO la seca, que no todos lo logran…
Aunque, aunque, entre nos, cada vez que veo a alguien en la misma, lo noto con
el mismo entusiasmo y dedicación ganadora que me permite pasar etapa tras etapa.
Eso me pasó con Soltera Otra vez. Mirando a la distancia, reconozco,
humildemente, que en un principio no sabía muy bien qué ocurriría; pero al poco
andar (súper poco, ya en el tercer o quizá segundo capítulo) nos dimos cuenta
de que “eso nos pasó también a nosotros (as)”, “que tenemos una amiga (o) así”,
que “típica la hueá”… de tal forma que nos permitió adelantarnos y hacer
apuestas sobre lo que iba a venir; pues llegamos a conocer con tal hondura a
los personajes (porque no fue necesario cavar tan hondo),y sus vidas, que fue
posible señalar verazmente lo que iba a pasar (Por ello es que todos
enganchamos a las preguntas de Soltera en Twitter, o a los comentarios de la
bloguera Rufinelli sobre Aliro, por ejemplo). En fin, pese a todo, debo
aprovechar de felicitar a los guionistas, pues de eso se trataba, no? Y lo hicieron
muy bien, chicos (as), conmigo lo lograron, me atraparon de tal manera, que
estaré ansiosa esperando la segunda parte… no tarden!
Hasta la próxima.